No trabajo en el circo pero hago reír.
No soy mago pero saco de mi chistera palomas y conejos con tal de que estés atento.
No soy conductor pero te llevo por el mundo.
No soy psicólogo pero te ayudo a conocerte.
No soy médico pero cuido de tu salud.
No soy informático pero tu portátil me quita el sueño cuando no funciona como debe.
No soy dj pero busco y remezclo para crear algo que te sirva y que te guste.
No soy camarero pero estoy ahí cuando vienes al comedor, con tu bandeja o con eseTupper que tanto hiere. Ya ves, no soy bombero pero apago fuegos que otros prenden.
No soy empresario pero trabajo para que encuentres un trabajo digno y satisfactorio.
No soy tertuliano. Te cuento lo que sé con honestidad y humildad.
No soy ministro pero ayudo a construir un sistema educativo justo, eficaz y auténticamente bueno.
No soy tu madre ni tu padre pero te quiero, porque yo he sido como tú y también hubo un maestro que me quiso y me ayudó a ser el hombre que soy.
Ayer fue el Día Mundial de los Docente. Fue un buen día para pensar cuánto debemos a esta humilde profesión, a veces denostada, en ocasiones olvidada, con frecuencia silenciada. Piensa tú, querida lectora, querido lector, cuánto debes a tus maestras y maestros. Puede que ayer fuera, simplemente, un buen día para decir gracias en voz alta a quienes se dejan la voz y crían arrugas trabajando en las escuelas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario